viernes, 23 de noviembre de 2012

CARTA A UN GILIPONDRÍACO


CARTA A UN GILIPONDRIACO*

Carta al director de la Opinión de Murcia de Mati Morata, martes 20 de noviembre de 2012.


* GILIPONDRÍA es un sídrome que afecta a los padres que se niegan a que sus hijos compartan la etapa escolar con otros compañeros que tienen necesidades educativas especiales. porque piensan que, de alguna manera, se contagiarán. Y no les falta razón; se contagiarán de ternura, de sabiduría, de humanidad... Pero eso los gilipondríacos no lo saben. Pobre ellos
.

Querido papá:

Entiendo lo ocupado y preocupado que está usted de que su niño, perfecto, de diseño no se mezcle ni se contagie de las diferencias que tienen otros niños. Entiendo que usted quiera lo mejor para su hijo, que le procure el mejor ejemplo, la mejor educación y el mejor futuro.

Y sé que usted sabe que los niños aprenden por imitación, así que no tendrá usted ningún problema. Su hijo, contagiado de su actitud, será un perfecto hijo de gilipondríaco: no se relacionará con los que son diferentes, no tendrá la voluntad de ser útil y compartir sus capacidades con los que están peor dotados, no tendrá la oportunidad de desarrollar su inteligencia emocional y sus afectos, de desarrollar su empatía, de recibir el afecto de estos niños que tienen
características distintas y muchísimo afecto para sus compañeros y amigos.

Querido papá gilipondríaco, su hijo sólo se contagiará de sus
prejuicios y de su falta de calidad humana. Espero que exista un poco de cordura que le afecte a usted para contagiarle de lo que es importante y, al final, se cure usted de su gilipondría y deje crecer a su hijo como debe: con una vida digna, llena de oportunidades para crecer y ser persona.



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